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Las cosas del saber

La nueva sede del Museo Nacional de la Ciencia y Tecnología, en Alcobendas, ofrece un repaso por la historia científica a través de sus objetos

SERGIO C. FANJUL / NOTICIA MATERIA

“La evolución de la ciencia y la tecnología nos afecta todos los días pero la gente no es tan consciente como creemos. Sobre todo los jóvenes: piensan que las cosas siempre han sido así y luego alucinan cuando vienen y ven algo no tan viejo como los carretes fotográficos”, dice Pepa Jiménez, conservadora del Museo Nacional de Ciencia y Tecnología (Muncyt). Una buena parte de su nueva sede, en Alcobendas, se dedica a la exposición de 550 de las 17.000 piezas que forman parte de la colección, todas ellas relacionadas con el mundo científico-técnico, y que el público podrá visitar a partir del 12 de diciembre.

En la sección Lo pequeño grande se ve grande se muestra la evolución desde el microscopio óptico hasta el electrónico, en Ruedas vemos algunos vehículos antiguos, como el afilado automóvil de carreras Abarth OT 2000, de 1966, una flecha de color rojo que se utilizaba en carreras de montaña, un velocípedo del siglo XIX o una moto Bultaco. Un viejo teléfono móvil tan grande como una guía telefonía, un Motorola de 1985, nos recuerda a qué velocidad vertiginosa evoluciona la tecnología y se mete en nuestros bolsillos: se ve en la sección Tecnoevolución El progreso desde la linterna mágica hasta la cámara de cine, pasando por el daguerrotipo o la cámara oscura, se muestra en la sección Fascinación. Hay muchas más. “Nos interesa la historia de la ciencia” dice Jiménez, “pero sobre todo en relación con la sociedad y la vida cotidiana de las personas”.

Esta nueva sede el Muncyt viene a sumarse a la de A Coruña y a ampliar la pequeña sala que en Madrid tiene en un anexo del Museo del Ferrocarril de Delicias. Allí siguen la biblioteca, el almacén y el archivo, pero la parte expositiva ahora ocupa el edificio que hasta hace poco ocupaba el museo científico Cosmocaixa, de la Obra Social La Caixa, que cerró sus puertas en enero tras 13 años de divulgación. Recibía unos 300.000 visitantes anuales.

De los anteriores inquilinos heredan la parte interactiva, esa tan común en los museos científicos cuyo lema es “prohibido no tocar”, y con la ayuda de la cual el visitante puede conocer de primera mano los principios fundamentales de la óptica, las ondas o la energía. “Hay muchas casas de ciencia que muestran este lado más lúdico e interactivo”, dice la directora Marián del Egido, “pero lo que nos diferencia es nuestra colección histórica. Hacía falta una institución que velara por este patrimonio en España. Un material que muchas veces se consideraba obsoleto, pero que es testimonio de nuestra historia”.

El público podrá visitar el nuevo centro a partir del 12 de diciembre

La parte interactiva dialoga con una recreación de un gabinete científico del siglo XIX, con sus vitrinas de cristal y su madera recia, en los que muchas veces se hacían las mismas experiencias científicas que hoy se reproducen en el museo. El Museo ofrece una exposición temporal, este año dedicada a la Biotecnología.

El Museo se creó en 1980 y en 1982 recibió la primera pieza. Desde entonces la colección no ha parado de crecer mediante donaciones de particulares o instituciones como el Centro Superior de Investigaciones Científicas, colegios o universidades, también mediante algunas compras. “Es difícil educar y apasionar en ciencia”, dice Del Egido, “y es necesario, entre otras cosas, hacer entender que la ciencia no es un gasto sino una inversión. Tenemos mucho en lo que trabajar y mejorar: solo el 15,6% de la población tiene interés en la ciencia. Mucha gente no la entiende y prefiere no acercarse”.

Sorprende que ante los continuos recortes en cuestiones de investigación científica haya presupuesto para un nuevo museo, pero según explican desde la institución, que depende la Fundación para la Ciencia y la Tecnología (y en última instancia de la Secretaría de Estado de Investigación, Desarrollo e Innovación), el presupuesto apenas ha variado (1.200.000 euros anuales). El edificio se encuentra cedido por el Ayuntamiento de Alcobendas, mientras que la Obra Social La Caixa seguirá colaborando con una aportación de 1,8 millones de euros durante los próximos a tres años. A partir del tercer año ofrecerá en esta sede algunas de sus exposiciones itinerantes.




Las africanas sí investigan

La media de mujeres investigadoras en África es del 24% y llega al 40% en cuatro países.

La Fundación Mujeres por África lanza un programa para promover su participación en centros punteros españoles

SUSANA PÉREZ DE PABLOS / NOTICIA MATERIA

Un robot de varios metros dirige el tráfico al lado de un colegio en uno de los cruces más peligrosos de Kinshasa, en la República Democrática de Congo. “No cruces todavía que no ha llegado el momento”, le dice a un niño que se para a su lado perplejo. Lleva cámaras de vigilancia en los hombros, paneles luminosos en los brazos, con los colores de los semáforos, y otro solar encima, con el que se carga de energía. Lo han construido de forma artesanal, soldándolo a mano, un grupo de científicas de ese país, dirigidas por Thérèse Kirongozi, ingeniera en electrónica industrial, especialista en programación y presidenta de Women´s Tecnology, una cooperativa de ingenieras. En África mueren 26 personas a la hora por accidentes de tráfico.

Un robot dirige el tráfico en un cruce peligroso en Kinshasa, República Democrática de Congo. / Thérèse Kirongozi / Fundación Mujeres por África

“¿Se puede fabricar un robot en África?”. La propia científica plantea la pregunta ya respondida a un prestigioso auditorio reunido en la Fundación Ramón Areces de Madrid. Desde los científicos Margarita Salas, Carmen Vela, Carmen Castresana, Antonio Andreu, Silvia Carrasco, Laura Bravo, Basilio Valladares o Santiago Mas-Coma hasta los empresarios Ana Botín y Dimas Gimeno, la exministra Cristina Garmendia y la secretaria de Estado de Investigación, Carmen Vela. Asisten a la jornada que arranca el ambicioso programa Ellas Investigan, de la Fundación Mujeres por África, cuyo objetivo es fomentar el acceso de las mujeres africanas a la investigación y visibilizar sus logros en la comunidad científica internacional. Empezarán por becar a seis investigadoras africanas que sean líderes de sus campos para que investiguen en centros punteros españoles el año que viene. Es solo el principio. “Un comité científico, formado por relevantes investigadores españoles y por los directores de los tres Centros Severo Ochoa y del Centro de Salud Carlos III, nos asesorará en este proyecto”, explica la presidenta de la Fundación Mujeres por África y exvicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega.

“El proyecto persigue generar redes de mujeres investigadoras y propiciar la creación de proyectos comunes”, explica la bióloga molecular y directora del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), María Blasco, integrada en el comité científico del programa. “Las mujeres africanas sí investigan, y muy bien”, afirma Blasco. Los datos lo demuestran. “La media de mujeres investigadoras en África es del 24%, aunque varía mucho según los países”, enfatiza. En cuatro naciones incluso alcanza el 40% (Namibia, Cabo Verde, Sudáfrica y Kenia); cuando en España es del 38,5%. El porcentaje de mujeres dedicadas a la investigación es considerado por los organismos internacionales un indicador para medir el desarrollo de un país. Al otro lado están Mali, Malawi, Togo, Etiopía y Ghana, naciones en las que el porcentaje de mujeres investigadoras no llega al 20%.

La producción científica en los países miembros de la Unión Africana crece más rápido que en el resto de las naciones

En contra de lo que muchos puedan creer, la producción científica en los países miembros de la Unión Africana crece más rápido que en el resto de las naciones, según demuestra el estudio African Innovation Outlook II, del pasado abril, que analiza los indicadores de I+D+I de 35 países africanos, haciendo una radiografía de qué y cómo se investiga en este continente. Así, el crecimiento de producción científica afecta principalmente a un sector, el de las ciencias de la salud, con el que están relacionadas el 45% de las investigaciones. Además, los únicos países que destinan alrededor del 1% de su PIB a I+D+I son Ruanda, Sudáfrica, Kenia, Senegal y Uganda, a pesar de que todos se comprometieron a ello. En África la investigación se hace con inversión mayoritariamente pública (excepto en Sudáfrica, que tiene un 40% de privada). Y la innovación tiene un papel fundamental en estos estados, es un fenómeno generalizado. Todas las naciones africanas están volcadas en la innovación tecnológica y muchas han comercializado los productos y servicios resultantes de las investigaciones en el extranjero. Además, para asegurarse la propiedad intelectual de sus logros, los científicos de países como Tanzania y Uganda han registrado sus patentes en el extranjero.

Laboratorio de referencia en Nutrición y Seguridad Alimentaria en la Universidad de Dakar. / Salimata Wade/ Fundación Mujeres por África

Pero para las científicas africanas los obstáculos son mayores. Ellas mismas relatan los problemas principales para participar en esta producción, que se resumen básicamente en dos: la falta de vocaciones en la mujeres jóvenes y las trabas para lograr la igualdad de género. Esto último es debido, aparte del tradicional acaparamiento de la investigación por los hombres, al fundamentalismo religioso. En este problema hace hincapié la investigadora tunecina Faouzia Charfi en el encuentro de Madrid. Física, profesora de la Universidad de Túnez y directora del primer grupo de física y semiconductores de este centro, Charfi ha sido secretaria de Estado de Educación Superior en el Gobierno provisional de su país, tras la revolución de 2011.

“La ciencia ha avanzado precisamente poniendo en tela de juicio las cosas, por eso debe estar libre de todo dogmatismo”, sentencia Charfi, que acaba de recibir, en Francia, el Premio Tesla 2014 al fomento de la investigación científica. “Los fundamentalistas islámicos sacan teorías científicas de los textos sagrados y es importante denunciar estas desviaciones y hablar de su impacto, porque las víctimas de esta pseudociencia son nuestros hijos. El Consejo de Europa publicó recientemente el informe sobre los dogmas de la educación, en el que advertía de ello. Necesitamos claridad, pedir que haya una separación real entre lo teológico y lo científico”.

Las científicas africanas resaltan la falta de vocaciones en las jóvenes y las trabas para lograr la igualdad de género, debido al acaparamiento de la investigación por los hombres y al fundamentalismo religioso

Muchas mujeres africanas se están organizando para crear redes con el fin de impulsar su participación en la ciencia de sus países. Otro de los problemas del continente es que los científicos africanos buscan alianzas internacionales en vez de intentar colaborar entre ellos, otro dato que destaca el informe African Innovation Outlook II. Francisca Nneka Okeke, de la Universidad de Nigeria, fomenta la participación de mujeres en la investigación sobre cambio climático. “Orientamos a las jóvenes a la ciencia, promovemos que mujeres enseñen ciencia en los colegios y damos becas y premios a las niñas que destacan en las áreas científicas”, resume esta científica, Premio L´Oreal- Unesco en ciencias físicas.

“Aparte del acceso a la investigación científica, el problema con el que se encuentran las mujeres africanas es avanzar en su propia carrera académica dentro de la universidad”, denuncia Salimata Wade, una bióloga nutricionista que ha revolucionado el estudio de este campo en su país, Senegal. “Faltaba experiencia en formación y en investigación, por eso no se abordaba la nutrición en África. En 1998 ofrecimos este tipo de formación en la Facultad de Ciencias, de forma multidisciplinar, y ahora tenemos además un máster con un 62% de mujeres. Cuando lo acaban se colocan todos en este campo”. Tras el impulso de este proyecto, la Universidad de Dakar ha montado un laboratorio de referencia en Nutrición y Seguridad Alimentaria.

Han pasado unos minutos y el robot situado en el peligroso cruce de Kinshasa ha aprovechado ese tiempo para explicarle al niño, que sigue perplejo, que “la carretera es peligrosa y hay que prestar mucha atención a ella”. Luego, el androide mira a izquierda y derecha, después al pequeño, y le anuncia: “Ahora puedes cruzar”.




El misterio de las 12.000 cartas perdidas de Ramón y Cajal

La edición del epistolario del Nobel revela el expolio que sufrió su patrimonio

Cajal demostró que la mente humana estaba hecha del mismo material con que construyen los hígados de los ratones, las pieles de los abrig

JAVIER SAMPEDRO / NOTICIA MATERIA

Cuando Juan Antonio Fernández Santarén se planteó la tarea monumental de editar el epistolario de Santiago Ramón y Cajal, su mayor perplejidad era que, a casi 80 años de la muerte del Nobel, nadie hubiera tenido antes esa iniciativa, y que el material ni siquiera se hubiera inventariado hasta 2008. Mal podía imaginar lo que se le venía encima: una historia truculenta de expolio, negligencia y desidia que ha destruido un patrimonio histórico esencial, el legado del científico español más importante de todos los tiempos. Santarén ha logrado rescatar 3.510 cartas enviadas o recibidas por Cajal, pero estima que faltan otras 12.000, incluidas seguramente las más valiosas. ¿Dónde están? He aquí el misterio de las 12.000 cartas. Agárrense.

“Es evidente que parte de las cartas se han vendido”, dice Santarén, biólogo molecular, profesor de la Universidad Autónoma de Madrid y editor del Epistolario de Cajal recién publicado por La esfera de los libros. “Pero, de manera paradójica, es gracias a eso que se han conservado muchas de ellas, porque en el Instituto Cajal del CSIC, que es el depositario de los archivos que contenían el epistolario completo, quedan hoy muy pocas cartas”. Para ser exactos, 1.301 de las 15.000 que debió de haber en su día. Del año 1906, en el que Cajal ganó el Nobel, sólo quedan seis misivas.

La mayor parte de las cartas que se conservan, de hecho, no están donde deberían, sino en la Biblioteca Nacional de Madrid. ¿Cómo llegaron allí? Santarén lo averiguó en un brillante trabajo detectivesco. Las cartas fueron sustraídas del Instituto Cajal del CSIC en 1976 y ofrecidas a una librería de viejo del centro de Madrid, la de Luis Bardón en la plaza de San Martín.

Santarén ha logrado rescatar 3.510 cartas enviadas o recibidas por Cajal, pero estima que faltan otras 12.000

Bardón no dudó en comprarlas, como parece lógico, pero tuvo el atino de ofrecérselas a la Biblioteca Nacional, que las adquirió el 14 de diciembre de ese año. Esta institución no se molestó en denunciar unos hechos tan extraños, pero al menos ha conservado el material en perfecto estado. No puede decirse lo mismo de su depositario legal, que es el Instituto Cajal del CSIC.

El CSIC está históricamente adscrito al Ministerio de Ciencia –o a la secretaría de Estado que ocupe su lugar en los tiempos de recortes—, y la Biblioteca Nacional es parte esencial del Ministerio de Cultura. “Salvando las distancias”, dice con sorna Santarén, “¿alguien entendería que robaran Las Meninas del Museo del Prado y se las vendieran al Reina Sofía?”. Pues eso es lo que ha pasado con las cartas de Cajal, sin que nadie haya pestañeado, no hablemos ya de asumir responsabilidades. Ni de devolver el dinero.

Cajal jugando al ajedrez con Federico Olóriz en Miraflores de la Sierra (verano de 1898).

La fama de Cajal no es un fenómeno local. Cajal no solo es famoso en España por ser el primer –y casi el único— premio Nobel de la ciencia española. Si hay gente acostumbrada a recibir un premio Nobel detrás de otro, esos son los científicos estadounidenses, y es muy difícil encontrar un libro escrito por ellos donde no se cite a Cajal como un fundador de la neurociencia moderna.

¿Creen que el cerebro es un misterio? No lo es tanto. Antes de Cajal sí que era un misterio: una masa amorfa anegada de fluidos por los que de algún modo fluía el espíritu informe y contingente como un gas acoplado a la divinidad. Cajal devolvió la neurología al planeta Tierra, al mostrar –junto al italiano Camilo Golgi— que la mente humana estaba hecha del mismo material con que construyen los hígados de los ratones, las pieles de los abrigos y las sociedades de bacterias: de células individuales y autónomas, las neuronas, que de algún modo consiguen organizarse para generar la consciencia humana. El alma explicada.

Las cartas fueron sustraídas del Instituto Cajal del CSIC en 1976 y ofrecidas a una librería de viejo del centro de Madrid

Cajal obtuvo el Nobel en 1906, se convirtió enseguida en una celebridad mundial –al menos entre los científicos— y mantuvo, lógicamente, una actividad científica y una producción postal muy intensas en las décadas siguientes, comunicándose permanentemente con los histólogos preeminentes de su tiempo, y con científicos de otras áreas como Lorentz, que en la época también se carteaba con Einstein, impulsando el desarrollo de la relatividad y la cosmología moderna.

Cajal también se escribía con Rafael Lorente de No, uno de sus discípulos (imagen inferior), y su epistolario no solo habla de ciencia: en 1934 escribió a Justo Gómez Ocerín, embajador de España en el Vaticano, para que interviniese a favor de un colega italiano, Giuseppe Levi, que entonces tenía muchos problemas por su origen judío y porque un hijo suyo había sido acusado de difundir propaganda socialista. “Sería una desgracia para la ciencia italiana”, dice la carta (imagen superior), “el que, por una equivocación o por sospechas inconsistentes, fuera desterrado dicho sabio de su patria, cortando bruscamente una gloriosa carrera científica. ¿No podría usted hacer algo a favor de doctor Levi, cargado de años y de laureles y sin otras aspiraciones que seguir trabajando por el enaltecimiento de la ciencia italiana?” Su intervención tuvo éxito: poco después, el científico italiano era liberado.

Última carta escrita por Cajal a Rafael Lorente de No el 15 de octubre de 1934, dos días antes de fallecer.

Son hechos de un siglo de edad, y todos sabemos que el tiempo es una enfermedad que lo deteriora todo. Pero el mejor aliado del tiempo es la codicia, y el daño irreparable al legado de Cajal va más bien por este lado que por el del destino inevitable. Que el 75% de las cartas del genio se hayan perdido, o deslocalizado, es ya un hecho grave, pero el diablo mora en los detalles. Es fácil deducir –al menos para un buen científico como Santarén— que las cartas que quedan en los archivos son las menos interesantes, o las de menor valor comercial, para expresarlo mejor. Santarén tiene muchas evidencias de que las cartas ausentes han sido “seleccionadas” por su presunto valor pecuniario. Son pruebas sólidas para un científico, aunque quizá no para un juez. La justicia no ha evolucionado aún lo suficiente.

Aunque Santarén ha pasado cuatro años inmerso –o empantanado— en el inventario epistolar de Cajal, la situación con el resto del legado del histólogo es muy probablemente la misma, por decir lo menos. Las placas fotográficas y los dibujos originales de Cajal –algunos obras maestras de la ciencia y el arte— han pasado décadas preservados en cartones de galletas y cajas de Cinzano, con unos resultados francamente modestos. Las placas están rotas y se han perdido fragmentos. Tienen cinta de celo pegada en lugares inoportunos. Se han oxidado o reducido con la consiguiente pérdida de definición y color. Se han cubierto de barro y arena y desidia.

Algunas cartas de Cajal se conservan en el Instituto Karolinska de Estocolmo, que las ha preservado con veneración durante un siglo.

“Pero esto es España”, suspira Santarén. Esto es España.




La terapia que liberó a Emma de la leucemia cosecha nuevos éxitos

El tratamiento se ensayó en 2012 con una niña estadounidense que sigue sana

Consiste en manipular el ADN de células inmunitarias para que combatan el tumor

Un nuevo trabajo con 39 menores refuerza las esperanzas puestas en esta técnica

JAIME PRATS / NOTICIA MATERIA

Emma Whitehead, de nueve años, abrió el camino. Tras dos recaídas de la leucemia que padecía, sus médicos no vieron más salida que experimentar con una revolucionaria y arriesgada técnica que consiste en educar mediante terapia genética a las células inmunitarias para que ataquen a las células malignas. Era el último cartucho que les quedaba para combatir el cáncer resistente que sufría. Sucedió en 2012. Dos años más tarde, no hay rastro del cáncer en su cuerpo. Y la estrategia que, de momento, le ha salvado la vida (hay que esperar cinco años para considerar a un enfermo oficialmente curado) sigue quemando etapas de forma satisfactoria en el trayecto que puede convertir el tratamiento en una solución para otros niños, y adultos, en su situación.

Los últimos resultados sobre la terapia que curó a Emma se han presentado este viernes en el encuentro que celebra la Sociedad Americana de Hematología en San Francisco. El mismo enfoque se ha empleado con otros 39 niños en su misma situación: leucemia linfoblástica aguda de precursores B resistente a los abordajes convencionales (quimioterapia o, en algunos casos, trasplante de médula). De los 39 enfermos tratados por un grupo de médicos de la Universidad de Pensilvania dirigidos por el oncólogo infantil Stephan Grupp, 36 (el 92%) mostraron una respuesta completa al mes del tratamiento y, de ellos, 25 (69%) permanecieron a salvo de recaídas durante los seis meses siguientes.

“Son resultados muy buenos, no perdamos de vista que son niños que no tienen ninguna oltra alternativa terapéutica y la enfermedad que tienen es mortal”, destaca Manuel Ramírez, especialista en oncología pediátrica del Hospital Niño Jesús de Madrid.

El hecho de que el resultado más espectacular (un 92% de respuesta inmediata) se mida al mes del tratamiento puede parecer un plazo demasiado corto como para extraer conclusiones. Pero no lo es tanto. “Sabemos que la respuesta inicial rápida al tratamiento con quimioterapia es un indicador que puede significar una buena respuesta del paciente a largo plazo ” explica Ramírez, por lo que es una referencia que se emplea frecuentemente como un factor orientativo del pronóstico. En todo caso, el trabajo describe que no todas estas respuestas positivas son permanentes: hubo diez recaídas, de estos pacientes, cinco murieron.

En vista de lo prometedora que se presenta la terapia, aún experimental, Grupp ya ha anunciado su intención de desarrollar un ensayo clínico más ambicioso para seguir evaluando la seguridad y la eficacia del tratamiento. El fármaco que se emplea es un glóbulo blanco (o leucocito) modificado genéticamente (bautizado como CTL019, del que Novartis tiene los derechos). En julio, la agencia estadounidense del medicamento (FDA) ya concedió al CTL019 la consideración de terapia de gran avance (breakthrough therapy), lo que agiliza su posible aprobación.

La leucemia linfoblástica aguda tipo B es el cáncer más frecuente entre la población infantil, con entre el 20 y el 25% de los casos. De ellos, el 80% se curan y el 20% son resistentes a los tratamientos actuales. A este último grupo se destina la terapia experimental que consiste en reprogramar la respuesta inmunitaria, un enfoque que está consiguiendo importantes avances en oncología. En este caso, con la particularidad de que se combina también con la terapia genética.

El problema de estos pacientes es que tienen alterada la capacidad de generar linfocitos B (un tipo de glóbulos blancos, células del sistema inmune) sanos. En su desarrollo, los precursores de estas células en lugar de madurar adecuadamente se convierten mayoritariamente en células tumorales.

Esta estrategia novedosa enseña al sistema inmunitario a atacar a estas células inmaduras (los linfoblastos B) alteradas. En concreto, educa a las células T, otro tipo de glóbulo blanco, a combatirlas. El primer paso del proceso consiste en extraer las células T del cuerpo, para lo que se usa un equipo que filtra la sangre. Tras el cribado, se recurre a técnicas de ingeniería genética para manipular las células T seleccionadas e introducir nuevas instrucciones en su ADN (a través de un virus desactivado) para que reconozcan y ataquen una proteína (DC19) que se encuentra en la superficie de los linfoblastos B.

De esta forma, al ser reintroducidos en el torrente sanguíneo, las nuevas células T proliferan y eliminan a las células enfermas. “Nuestros resultados indican que estas células cazadoras diseñadas por ingeniería genética crecen en los pacientes y ofrecen unas tasas de respuesta muy elevadas que persisten en los pacientes”, comenta Grupp.

La técnica está recorriendo aún sus primeros pasos. No todos los pacientes responden por igual. Además, presenta distintos efectos adversos. Las células T reforzadas también atacan a los linfocitos B sanos (que comparten la misma proteína contra la que actúan las células T), que son necesarios para el correcto funcionamiento de las defensas. Por ello, los pacientes necesitan que se les administre periódicamente inmunoglobulina para combatir la pérdida de los linfocitos B sanos. Además, la destrucción de células tumorales provoca otra reacción adversa (el llamado síndrome de liberación de citocinas) que debe de controlarse con medicación. Pero pese a todo ello, como insiste Manuel Ramírez, no existe otra opción para los pacientes con leucemias resistentes.




25th edition – Palma de Mallorca, December, 3-4 2014

When speaking in front of an audience, only 15% of what actually reaches the public corresponds to the spoken message. In contrast, more than half the information retained by listeners lies in nonverbal communication. Indeed, the lecturer’s posture, gesture and eye gaze tell a lot more on how he/she feels than mere words.

These courses organized by the Esteve Foundation on How to perform oral presentations in biomedicine attempt to approach all the aspects directly related to this skill. No matter how good the content selections are, how clearly and orderly the data are exposed and how reliable the audiovisual support is: they’ll all be clean forgotten if the speaker’s enunciation, eye contact, posture and audience exchange are poor.

This 25th edition, held on 3 and 4 December 2014 in Palma de Mallorca was again imparted by four teachers that combine the two approaches. On the one hand, family physician Elena Muñoz and Pharmacology professor Maria Isabel Martín unveiled the keys for a good biomedical presentation. On the other hand, professional actors Àlex Mañas and Marc Clotet provided some tricks for good vocal and bodily expression.

Theory and practice were combined during these two work days. The attendants had to perform different exercises to put their communication skills to the test. The objective was to perfect hand movements and body posture, to profit from eye gaze, to improve improvisational capacity, to overcome embarrassing situations, etc.

In the last course session, consisting in performing a ten-minute presentation, each student had to put into practice the knowledge acquired during the previous hours. That is when the many factors involved in a presentation are evidenced, from the size and color of the letters in a slide to the speed and loudness of the speaker’s voice. The golden rule, however, is self-confidence, particularly when facing an audience involves significant psychological erosion.

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Fourteenth Research Award

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2nd edition – Terrassa, November, 26-27 2014

If drawing up a research project to obtain funds used to be an important part in the career of all scientists, in view of today’s economical situation, this process has become essential. The Esteve Foundation therefore decided to organize a new course addressed to future health science researchers, to learn the techniques and basic skills to apply for research projects from funding agencies and other institutions.

Four specialists in preventive medicine and public health, who have participated in a number of research projects, showed around thirty students the keys to draw up a good project. The course took place on 26 and 27 November 2014 in the faculty of health sciences of Universidad de Alicante, during which the participants learnt about the different types of projects, the different sources of funding and how to approach them.

Teresa Ruiz Cantero, coordinator and currently vice-dean of research, postgraduate/doctorate and international relations of the faculty of heath sciences of  Universidad de Alicante, explained “whoever takes on the task of drawing up a project to obtain funds for research, has to control many aspects, from the bibliographic revision to the declaration of new and attractive hypothesis, along with developing a work plan and a realistic costs estimate”.

Fellow lecturers were Carlos Álvarez-Dardet, Professor of Preventive Medicine and Public Health, and director of the Doctorate programme in Health Sciences of Universidad de Alicante; Elena Ronda, Professor of Preventive Medicine and Public Health of Universidad de Alicante; and Blanca Lumbreras, Professor of Preventive Medicine and Public Health of Universidad Miguel Hernández.

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Éxito de una vacuna experimental del ébola en la primera fase de pruebas en voluntarios

La inmunización experimental probada en EEUU no produce efectos adversos y origina una respuesta inmune contra el virus, según resultados preliminares

NUÑO DOMÍNGUEZ / NOTICIA MATERIA

Mientras el ébola sigue cobrándose víctimas en África Occidental, los primeros ensayos en humanos con una de las vacunas experimentales más avanzadas ofrecen datos prometedores. Esta inmunización ha resultado segura en voluntarios sanos y ha conseguido que estos desarrollen una respuesta inmune contra el virus.

El objetivo del ensayo, conocido como fase 1, era analizar si el tratamiento producía efectos secundarios en 20 voluntarios sanos. Pero los resultados preliminares del ensayo, que se publican hoy en el New England Journal of Medicine, también indican que todos los participantes desarrollaron anticuerpos contra el ébola y otros además tuvieron una mayor respuesta inmune. Es algo similar a lo ya observado en monos, a los que esta vacuna consiguió proteger al 100% del contagio. Ahora está por ver si la respuesta inmune registrada en los voluntarios es suficiente como para frenar el contagio en humanos.

“Con estos resultados positivos del primer ensayo en humanos con esta candidata a vacuna, continuamos con el plan acelerado para realizar ensayos más grandes y determinar si la vacuna es eficaz”, ha dicho en un comunicado Anthony Fauci, director del Instituto de Alergias y Enfermedades Infecciosas de EEUU que ha co-desarrollado esta inmunización. Esos ensayos se realizarían en Liberia con un número mucho más elevado de trabajadores médicos y personas con un alto riesgo de contagio.

La vacuna ensayada contiene ADN de las variantes Zaire y Sudán del virus. La primera es la responsable del actual brote en África Occidental, en el que ya se han registrado 15.935 casos y 5.689 muertos, según los últimos datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS). El tratamiento ha sido desarrollado por los Institutos Nacionales de Salud (NIH) de EEUU y la empresa Okairos, adquirida por GlaxoSmithKline. Esta vacuna usa un virus de chimpancé desactivado para llevar esos fragmentos de ADN viral al organismo y que este aprenda a reconocer y combatir una de las proteínas que recubren el virus del ébola.

Está por ver si la respuesta inmune registrada en los voluntarios es suficiente como para frenar el contagio en humanos

En este ensayo, diez de los voluntarios recibieron una dosis baja y otros diez una alta. Todos desarrollaron anticuerpos contra el virus. Otro signo prometedor es que nueve voluntarios (siete de dosis alta y dos de baja) produjeron además una mayor cantidad de células del sistema inmune conocidas como linfocitos T y que en monos fueron claves para protegerles de dosis letales del virus.

La vacuna cAd3-ZEBOV es una de las dos candidatas más avanzadas, según la OMS. La otra (rVSV-ZEBOV) es la desarrollada por la Agencia Canadiense de Salud Pública en colaboración con la farmacéutica Merck y comenzó a probarse en pacientes sanos en octubre. En paralelo, una versión de la cAd3-ZEBOV específica contra la variante Zaire se está probando en 60 voluntarios en Reino Unido y con otro grupo similar en Mali.

Decisiones difíciles

“Se puede decir que esta vacuna ha pasado la primera fase de ensayos en humanos con éxito”, opina Rafael Delgado, microbiólogo del Hospital Universitario 12 de Octubre (Madrid) y miembro del comité científico que está asesorando al Gobierno durante la presente crisis del ébola. No obstante, se trata de resultados provisionales, advierte. “Por ahora no hay ninguna demostración de eficacia, pero sí sabemos que es razonablemente segura y que se puede pasar a las fases 2 y 3 para probar su eficacia en personas con riesgo de infección”, añade.

Las siguientes fases de prueba de esta vacuna se llevarían a cabo en Liberia, uno de los países más afectados por el actual brote. Los responsables de la vacuna ya están negociando con el Gobierno de este país para diseñar esos ensayos clínicos, informa el NIH.  En ellos se probaría la eficacia de esta vacuna comparada con otras candidatas. Antes habrá que recabar más datos de este ensayo, que comenzó en septiembre y tiene una duración de 48 semanas, y de los otros que están en marcha. No se espera que haya un anuncio de la nueva fase de ensayos hasta comienzos del próximo año, dicen los NIH.

Los ensayos clínicos necesarios para probar la eficacia de las vacunas van a obligar a tomar “decisiones difíciles”, alerta Daniel Bausch, médico especialista en enfermedades tropicales de la Universidad Tulane de EEUU, en un editorial publicado junto a los resultados del nuevo estudio. El experto se pregunta si se pueden realizar ensayos clínicos “clásicos” en los que un grupo recibe un placebo en lugar de un candidato a vacuna o si por el contrario se compararán las dos vacunas candidatas más avanzadas en solo dos grupos, lo que dificultaría averiguar su efectividad real. Aunque se trata de una opción polémica, expertos de la OMS han reconocido que el uso de placebo en un grupo permitiría saber más rápido si una vacuna es eficaz, según The Guardian. “Aún hay discusión sobre este problema y no se ha tomado una decisión en firme”, explica Delgado.




España, por encima de la media europea en diagnósticos de VIH

Los casos en hombres homosexuales han crecido un 33% en una década en la UE

Los expertos alertan de que la epidemia no se frena pese a los esfuerzos en prevención

ELENA G. SEVILLANO / NOTICIA MATERIA

España está por encima de la media de los países de la Unión Europea en nuevos diagnósticos de VIH. Con 3.278 casos en 2013 y una tasa (número de contagios por 100.000 habitantes) de 7, se sitúa en el puesto número 10 entre los Estados con mayor prevalencia de una epidemia que, según recuerda el Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedades (ECDC, en sus siglas en inglés) “continúa siendo un problema de salud pública de primera magnitud”.

En su último informe de situación, hecho público hoy, el ECDC hace balance de los últimos 10 años de la lucha contra la epidemia en el continente. Y llega a la conclusión de que los programas de prevención y diagnóstico temprano puestos en marcha en esta década no han dado los frutos esperados. Casi la mitad (el 49%) de los nuevos diagnósticos en la región de Europa de la OMS –incluye 52 países— llegan tarde, es decir, la infección se detecta cuando el virus ya está dañando el sistema inmunológico.

Mientras en los países del Este de Europa y Asia Central aumentan año tras año los nuevos diagnósticos en todas las vías de transmisión –relaciones heterosexuales, usuarios de drogas, sexo sin protección entre hombres…–, en el caso del Espacio Económico Europeo (los 28 países de la UE, más Islandia, Liechtenstein y Noruega) solo hay un grupo que en la última década haya incrementado los casos de infecciones: hombres que tienen sexo con hombres (HSH). Los contagios han crecido un 33% desde 2004, destaca el informe.

Los problemas para atajar la epidemia en la UE son los mismos a los que se enfrenta España, destaca Juan Berenguer, presidente de Gesida (Grupo de Estudio de Sida): “Claramente los nuevos contagios se están dando entre homosexuales, y no dejan de crecer. Se están produciendo muchos casos entre jóvenes de 20 y 30 años, que ahora tienen la percepción de que se trata de una enfermedad que no mata. Parece que la información no está llegando a este grupo de personas, aunque también hay que tener en cuenta que cambiar conductas es muy difícil”.

Las autoridades sanitarias reconocen la “falta de progreso” al poner freno a la epidemia

Si uno de los problemas son los contagios entre hombres homosexuales, el otro es el diagnóstico tardío, asegura este especialista. “Es malo para los individuos y para la sociedad”, explica sobre este último fenómeno. “Cuanto más tarde se detecte la infección, más complicado es tratarla, más costosos son los fármacos y menos probabilidad de éxito hay. Además, durante el tiempo en el que no hay diagnóstico, la transmisión de la infección continúa”, explica. Si alguien desconoce que está infectado no toma las mismas precauciones y puede estar contagiando a otros sin saberlo.

Berenguer reconoce que “España está por encima de la media europea”, pero prefiere fijarse en la evolución de los nuevos diagnósticos en los últimos años. “Se ve una tendencia decreciente”, destaca. “Antes de 2012 estábamos en una tasa por encima de 10, que se redujo ese año y ha vuelto a caer en 2013”, añade.

La publicación del informe de ECDC en colaboración con la OMS coincide con los 10 años de la llamada Declaración de Dublín, que se firmó en 2004 y sentó las bases de la cooperación para luchar contra el VIH/sida en Europa y Asia Central. Las autoridades sanitarias reconocen la “falta de progreso” al poner freno a la epidemia. Para toda la región europea de la OMS el incremento de los nuevos diagnósticos en 2013 comparado con 2004 es del 80%. Por su parte, en la UE, la tendencia se ha estabilizado, pero “no hay un descenso claro”, destaca una portavoz.




El mayor mapa del cáncer destapa enormes diferencias por países

Un macroestudio analiza la supervivencia de 25 millones de pacientes en 67 países

El éxito frente al cáncer de estómago en Japón duplica al de España

MANUEL ANSEDE / NOTICIA MATERIA

El mayor mapa mundial de la supervivencia frente al cáncer vuelve a mostrar que el código postal es más importante que el código genético en la salud pública. El trabajo, elaborado por 500 investigadores con datos de 25 millones de pacientes en 67 países, demuestra que el cáncer es mucho más letal en unas regiones que en otras. Por ejemplo, la supervivencia a los cinco años frente al cáncer más común en niños, la leucemia linfoblástica aguda, alcanza el 90% en Canadá, Austria, Bélgica, Alemania y Noruega, frente a países como Jordania, Túnez, Indonesia y Mongolia, en los que oscila entre el 16% y el 50%.

El estudio, denominado Concord 2, afirma que la mayor parte de las diferencias observadas “es probablemente atribuible a la desigualdad en el acceso a los servicios de diagnóstico y tratamiento óptimos”. Los autores recuerdan que la presencia de aceleradores lineales —las máquinas utilizadas para producir rayos X capaces de destruir las células cancerosas de un paciente— varía enormemente por países. En Europa, habitualmente hay como poco una máquina por cada 500.000 habitantes. En India, una para entre 2 y 5 millones de personas. En países como Kenia y Tanzania, apenas hay un aparato para más de 5 millones habitantes. Y en más de 30 países de África y Asia no hay ninguno.

El programa Concord es una colaboración científica internacional que intenta influir con datos en las políticas nacionales de control del cáncer. Su primera evaluación, publicada en 2008, contó con cifras de cuatro tipos de cáncer en 31 países y destapó grandes diferencias en la supervivencia entre los blancos y los negros de EE UU. Este segundo trabajo, publicado hoy en la revista médica The Lancet, dispone de cifras de 10 tipos de cáncer en países en los que viven dos terceras partes de la población mundial.

Entre los 10 tipos de cáncer estudiados, los de hígado y pulmón son los de peor pronóstico, con una supervivencia menor del 20%

El estudio recoge datos del periodo 1995-2009. En ese lapso, la supervivencia a los cinco años tras el diagnóstico de un cáncer de pulmón mejoró en países como Israel (pasando de un 17% a un 24%) y Japón (de un 23% a un 30%), pero sigue siendo “muy mediocre” en algunas partes de Europa, como Reino Unido, donde solo llega al 10%. En España roza el 13%.

El análisis constata que, entre los 10 tipos de cáncer estudiados, los de hígado y pulmón son los de peor pronóstico, con una supervivencia a los cinco años menor del 20% en la mayor parte de los países, tanto ricos como pobres. En Gambia, la supervivencia al cáncer de hígado solo llega al 5%. En cuanto al cáncer de estómago, la supervivencia es mayor en el sur y el este de Asia, llegando al 54% en Japón y al 58% en Corea del Sur. En España es del 27%. Estos datos sugieren que hay “importantes lecciones que se pueden aprender de estos países”, como el énfasis en el diagnóstico temprano, según un comunicado de la revista The Lancet.

“Nuestros hallazgos muestran que, en algunos países, el cáncer es mucho más letal que en otros. En el siglo XXI no debería existir un abismo tan dramático en la supervivencia”, sentencia la epidemióloga italiana Claudia Allemani, profesora de la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres y autora principal del trabajo.

En el siglo XXI no debería existir un abismo tan dramático en la supervivencia”, afirma la principal autora del estudio

“Estos estudios de evaluación son fundamentales, porque reflejan en buena medida el funcionamiento del sistema sanitario”, opina Miquel Porta, catedrático de Salud Pública en el Instituto de Investigaciones Médicas del Hospital del Mar, en Barcelona. Que el cáncer sea o no una sentencia de muerte depende de la detección y el tratamiento tempranos.

“Si no funciona bien la atención primaria y la coordinación entre ésta y los hospitales, el diagnóstico y el inicio del tratamiento se retrasan de forma inaceptable. En España y otros países occidentales estos retrasos siguen siendo inaceptablemente largos. Esto es mucho más importante que aplicar tratamientos carísimos, que a menudo apenas prolongan la vida de los pacientes”, afirma el epidemiólogo.

Porta, que no ha participado en el Concord 2, recuerda que el registro de tumores de su hospital es uno de los más completos de España. En uno de sus estudios, con 2.000 mujeres con cáncer de mama, mostró que estos tumores “se diagnostican en estadios mucho más precoces que hace 20 años y que la supervivencia ha mejorado de forma espectacular”. La supervivencia a los cinco años aumentó del 73% en el periodo 1992-1995 al 86% en 2001-2005. “En España, estas conquistas sanitarias se están echando a perder por las políticas ultraliberales de CiU, PP y compañía: vemos cómo los retrasos vuelven a aumentar, por ejemplo los tiempos entre el diagnóstico y el inicio del tratamiento”, cree Porta, expresidente de la Federación Europea de Epidemiología.

Los datos del Concord 2 no sostienen su tesis, ya que solo llegan a 2009, antes de que empezaran los recortes en la sanidad pública. “Todavía no hay datos de que las cosas vayan a peor en España, aunque detectamos un retraso en el acceso a pruebas diagnósticas”, opina por su parte Josep María Borràs, coordinador del grupo de epidemiología de la Red Temática de Investigación Cooperativa en Cáncer. Con los datos de 2009, “España está por encima de la media europea, aunque con margen de mejora respecto a otros países”, explica Borràs.

En España, el diagnóstico y el inicio del tratamiento se retrasan de forma inaceptable”, según el epidemiólogo Miquel Porta

Este epidemiólogo resalta las diferencias entre países ricos y pobres y aplaude “el buen trabajo que están haciendo algunos países en América Latina con los recursos disponibles”. El nuevo análisis muestra que la supervivencia frente a los cánceres de mama y colorrectal ha mejorado en todos los países desarrollados y también en Sudamérica, sobre todo en Brasil, Colombia y Ecuador. En este último país, el 68% de los pacientes de cáncer de colon siguen vivos cinco años después del diagnóstico, frente al 59% en España, según los datos del estudio.

En cuanto al cáncer de mama, Brasil llega a cotas de supervivencia del 87%; EE UU, de casi el 89%; España, del 84%; y Mongolia, el peor en esta clasificación, de tan solo el 56%.

El Concord 2 deja clara la importancia de las políticas sanitarias. En Lituania, la supervivencia al cáncer de próstata pasó del 52% en 1995 al 92% en 2009, gracias al mejor acceso a la sanidad y a la implantación en el año 2000 de pruebas de diagnóstico precoz de este tumor.

Los autores principales del estudio, entre los que se encuentra el epidemiólogo español Rafael Marcos Gragera, de la Universidad de Girona, concluyen haciendo un llamamiento a la Organización Mundial de la Salud y a Naciones Unidas para que reduzcan “las crecientes dificultades legales y de procedimiento” para acceder a los datos de los registros de pacientes de cáncer. Por ejemplo, recuerdan, las nuevas leyes de protección de datos que prepara la UE “convertirían en ilegales o imposibles los registros de cáncer y la mayor parte de la investigación en el campo de la salud pública en 28 países europeos”.